20110908

Persiguiendo a Joan Colom


Su trabajo comienza en 1958, en las calles del Barrio Chino de Barcelona. Sólo llevaba un año liado con la fotografía cuando busca la manera de tomar imágenes clandestinamente del entorno callejero de los bajos fondos, sin mirar por el visor de la cámara y disparando el obturador con la cámara situada por debajo de la cintura. El resultado es una magistral combinación del fotorreportaje vanguardista y un retrato fiel del proletariado más pobre de Barcelona: las clases desfavorecidas, las prostitutas, los niños y el entorno de las pensiones donde se consumaban los encuentros sexuales.

 







Tras estos tres años a la búsqueda de difíciles instantáneas que reflejaran fielmente la vida del Barrio Chino, Colom realizó en 1961 una exposición individual en la sala Aixelà de Barcelona, que después itineró por España. Y en 1964 publicó estas imágenes en el libro editado por Lumen Izas, rabizas y colipoterras, con texto de Camilo José Cela. La polémica que se suscitó tras la publicación del libro influyó en la decisión que Colom tomó de apartarse temporalmente de la fotografía hasta la década de los años ochenta.

 



Para los criticos y entendidos, en estas imágenes “la modernidad vanguardista de los años cincuenta se combina de manera peculiar con la tradición pesimista y el imaginario anti-moderno de la España Negra y, de ahí, resulta un documento singular del clima psicológico y social de Barcelona bajo el franquismo”.

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